Joaquín Sánchez ha vuelto a hacer gala de esa naturalidad que tanto le caracteriza y no se lo ha pensado dos veces a la hora de desvelar uno de los datos, hasta ahora desconocidos, de su mujer: “Se me quitan las ganas”.
Si por algo es conocido el marido de Susana Saborido es por ser uno de los futbolistas más míticos y mediáticos de Real Betis Balompié. Pero, a día de hoy, este deportista ha decidido compaginar sus habilidades con el balón con otra de sus pasiones.
A día de hoy, Joaquín Sánchez se ha convertido en uno de los rostros más queridos de Atresmedia. Tanto es así que esta empresa audiovisual le ofreció la oportunidad de demostrar sus habilidades delante de las cámaras con el programa Joaquín: el novato.
Ahora, el capitán del Betis se ha sentado en el plató de El Hormiguero para hablar sobre otro de sus proyectos dentro de la pequeña pantalla.
Pero, aunque acudió para hablar sobre su nueva serie documental, La penúltima y me voy, lo que verdaderamente llamó la atención fue la inesperada confesión que Joaquín Sánchez hizo de su mujer.
Joaquín Sánchez acudió al plató de El Hormiguero junto a Susana Saborido para hablar sobre todos los secretos de su nueva producción audiovisual. Pero este centrocampista de 41 años dejó a todos sin palabras con una íntima confesión.
El futbolista no tuvo reparos a la hora de confesarle a Pablo Motos lo que más detesta de su mujer: “Lo que peor llevo de Susana es que está todos los días muerta de frío”.
Y es que, según Joaquín Sánchez, “cuando se acuesta lleva su ropa interior, sus calcetines, su pijama de franela, su media rebequita de franela y su bata”. “Y después se tapa con la sábana, la manta, el nórdico y el suelo está a 29 o 30 grados”, apuntó entre risas.
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Para darle más humor al momento, Susana quiso recordarle al deportista que se le había olvidado mencionar la “mantita eléctrica, que la pongo al 6”. Sorprendido por estas palabras, el presentador tan solo logró exclamar: “¡En Sevilla!”.
“El día que le quiero meter mano, se me quitan las ganas”, dijo Joaquín Sánchez, provocando las risas de todos los allí presentes.
A continuación, la mujer del centrocampista quiso explicar qué es lo que menos le gusta a ella. Y es que todo apunta a que las discusiones del matrimonio son algo inusuales:
“No le puedo mirar a la cara porque no me toma en serio y me río. Él me pone cara de que me está escuchando, pero lo que le digo le está entrando por un oído y le está saliendo por el otro. Y como yo lo sé, pues me entra la risa”.
Además, Susana Saborido aseguró que discuten todos los días y a todas horas. “Tú dices blanco, yo digo negro; tú quieres lentejas, yo te pongo papas”. Pero para su suerte, siempre es Joaquín Sánchez el que acaba cediendo: “Ella es más cabezona”.
“No es que sea más cabezona, es que llevo razón siempre. Tú siempre estás liando la traca con todas las cosas que hacemos y no puede ser así”, apuntó la mujer del bético entre risas.
Joaquín Sánchez se ha abierto en canal en su nueva serie documental, tanto que no le ha importado dejar al descubierto su salo más vulnerable.
Según se puede ver en La penúltima y me voy, el futbolista habla, entre otras cosas, de la tristeza que ha experimentado durante toda su trayectoria profesional.
“No suele estar triste, pero es verdad que ha habido momentos en el fútbol que no lo ha pasado bien, que lo ha pasado jodido, porque no entendía muchas cosas”, confesó la mujer de Joaquín Sánchez en El Hormiguero.
Y es que, a sus 41 años, el capitán del Betis está muy preocupado por su continuidad dentro del mundo del fútbol y, aunque sabe que “es ley de vida” por la edad que tiene, “mi mente pelea constantemente porque yo me encuentro bien”.
“Sé que no estoy para jugar 90 minutos todos los partidos, pero sé que estoy para algo más, creo que puedo aportar algo más. Entonces es una pelea que tengo a diario conmigo mismo. Ya he aceptado que mi papel es otro, pero tengo ese punto de rebeldía y eso es lo que me mantiene vivo”.